Prometeo parte con la descripción de San Antonio Abad, un eremita que ha dedicado su vida a la abstracción y enajenación del mundo en búsqueda de la iluminación, pero es siempre tentado por una oscura figura arquetípica; sin embargo, nada de lo que esta pueda decirle lo convence, hasta que su mundo se entrelaza con otros y termina por descubrir que no es el único a quien visita esta entidad, que forma parte de un grupo de personajes que son despojados de su realidad, cuyas historias se entrelazan y convergen al final.
Prometeo parte con la descripción de San Antonio Abad, un eremita que ha dedicado su vida a la abstracción y enajenación del mundo en búsqueda de la iluminación, pero es siempre tentado por una oscura figura arquetípica; sin embargo, nada de lo que esta pueda decirle lo convence, hasta que su mundo se entrelaza con otros y termina por descubrir que no es el único a quien visita esta entidad, que forma parte de un grupo de personajes que son despojados de su realidad, cuyas historias se entrelazan y convergen al final.